Una masiva huelga de transportes paralizó hoy a Italia. La medida, que incluyó a trenes, subtes, colectivos, aviones y barcos, también contó con la adhesión de trabajadores de autopistas, lo que profundizó el caos en el tránsito. Las adhesiones al paro en los colectivos rondó el 90 por ciento, al igual que en el caso de los trabajadores marítimos y ferroviarios.
El acatamiento en las autopistas al 81 por ciento, según datos difundidos en el sitio web del periódico La Repubblica.
El paro fue en respuesta a la aprobación de los Presupuestos del Estado, que "agrava" la ya precaria situación de los trabajadores y la falta de inversiones en el sector, según argumentan los sindicatos convocantes. En tanto, el ministro de Trabajo italiano, Cesare Damiano, aseguró que está "comprometido a afrontar estos problemas", aunque sostuvo que "es una situación compleja".
"No he pensado jamás que los sindicatos paran por entrenamiento, si lo hacen, es para aliviar los problemas", resaltó Damiano, reconociendo el rol que tiene los sindicatos en la sociedad. Por su parte, las organizaciones sindicales Filt Cgil, Fit Cisl y Uiltransportes afirmaron que "las adhesiones fueron altísimas, en todos los sectores, a tal punto que en algunas ciudades llegaron al 100 por ciento".
El comunicado de los gremios indicó que la protesta fue "por una política del transporte, contra los pagos de los recursos destinados al sector, por la superación de la crisis corporativa, para la regulación de los contratos, las leyes sociales y la tutela de la renta".
A su vez, el líder de Alianza Nacional, Gianfranco Fini, consideró que la protesta debe tener "un límite, no es posible que se paralice una ciudad".
Sin embargo, Fini declaró que "no puede nunca definir una huelga como ilegal, porque es el modo que tienen los trabajadores de subrayar algunas de las problemáticas delicadas".
Fuente: CLarin