Históricamente, amparado en los estatutos que cercenaban la participación pluralista y utilizando el despotismo como instrumento de lucha, la Unión Ferroviaria, en ese contexto, sustentaba la hegemonía como timón de mando haciendo prevalecer como única alternativa la Lista Verde a lo largo y ancho de todos los ferrocarriles.
El 8 de septiembre de 2004 fue el punto de inflexión y marcó un hito en el escenario gremial, desde Castelar un centenar de trabajadores ferroviarios dijeron basta a la lista única de Pedraza y realizaron un paro en defensa de un derecho tan elemental como es elegir y ser elegido, es decir, sostener y preservar los valores democráticos, principios básicos de cualquier sociedad civilizada.
La cruel postura de la burocracia en cuanto a mantener a rajatablas la proscripción de la Lista Bordó no imaginaba otro final, acostumbrados a influir sin oposición utilizó a diestra y siniestra artilugios vacios de sustentos, claro, jamás supusieron que desde la propia base ferroviaria saliera a la superficie el grito que por años tenían contenido los trabajadores siendo ellos los protagonistas que definiera una nueva alternativa ante un modelo agotado.
También, el paro del 2004, las movilizaciones, las denuncias ante los organismos oficiales puso en evidencia ante la sociedad toda que en pleno estado de derecho se continuaba con el ejercicio de practicas propias de la dictadura, por caso, fue el propio Ministro Aníbal Fernández que ante el corte de vías en Castelar ordenara el desalojo de los trabajadores "a palazos" tal como consta en el expediente.
Finalmente, contra la voluntad de la burocracia y viendo el desborde y la verguenza, el Ministerio de Trabajo ordena a la junta electoral de la Unión Ferroviaria oficializar la Lista Bordó encuadrada en la seccional de Haedo, un rotundo triunfo que en síntesis convalida la Democracia Sindical a costa de un alto precio por pagar.
Finalmente, contra la voluntad de la burocracia y viendo el desborde y la verguenza, el Ministerio de Trabajo ordena a la junta electoral de la Unión Ferroviaria oficializar la Lista Bordó encuadrada en la seccional de Haedo, un rotundo triunfo que en síntesis convalida la Democracia Sindical a costa de un alto precio por pagar.
Nada es casual si nos detenemos a observar y hacer una prolija lectura de este echo en sí, en marzo de 2008 lo que en realidad se procesa es la única herramienta que los trabajadores tenemos para defender nuestras conquistas y en el marco del denominado Pacto Social por unos años no quieren asambleas, no quieren paritarios de base, no quieren discusión de convenios, por eso estos procesos evidencia el costado político por sobre el legal. Pretenden guillotinar a las conducciones opositoras a las "tranzas" del gobierno porque son estos quienes denuncian permanentemente la destrucción de un ferrocarril colapsado por la falta de inversión pese a los enormes subsidios que reciben, que denuncia los negocios millonarios de las patronales y las coimas de los funcionarios corruptos y para ello utilizan una política de exterminio como sistema.
Seria ingenuo ignorar que toda esta historia no está avalada por un guiño del propio gobierno con la complicidad de la patronal y nuestra propia organización sindical. Hasta la fecha no se ha conocido un sólo pronunciamiento de la UF que condenara a esta justicia obsecuente, al menos por una cuestión de principios, tampoco de sus propios activistas y en especial de aquellos referentes que abandonaron y traicionaron la lucha por plata y se pasaron a la vereda de esa burocracia que siempre decian oponerse.
De aquí a marzo los trabajadores debemos organizarnos y encolumnarnos con los compañeros procesados para decir ¡Basta de persecución a los que luchan! si pasan estos castigos se abren las puertas para golpear todas las luchas futuras.
De aquí a marzo los trabajadores debemos organizarnos y encolumnarnos con los compañeros procesados para decir ¡Basta de persecución a los que luchan! si pasan estos castigos se abren las puertas para golpear todas las luchas futuras.